Auténtico arte siciliano, con una historia que tiene sus raíces en la maravillosa Caltanissetta, siguiendo la receta secreta transmitida de generación en generación y donada a Salvatore Averna en el siglo XIX por Fra' Girolamo, un fraile capuchino de la Abadía de Santo Spirito. Sabor redondo y envolvente, aroma delicadamente cítrico, para un sorbo capaz de transportarnos a las cálidas tierras de Sicilia.